AMIA: lo que aún puede hacer la Corte
Se cumplen 20 años del atentado a la AMIA. Para que no persista la impunidad
que lacera a los familiares de las víctimas y ofende a la sociedad sería
indispensable un nuevo papel de la Corte Suprema en el asunto. La declaración
de inconstitucionalidadpor parte de la Cámara Federal el pasado 15 de mayo
delMemorándum entre la Argentina e Irán para el esclarecimiento de aquel
atentado puede constituirse en una oportunidad al respecto.
Si para el Ejecutivo el Memorándum significaba un paso adelante que rompía
con la inercia de impunidad en que había quedado el ataque, para los jueces
de la Cámara Federal éste no mejoraba el “statu quo existente en la causa…
sino… que lo posterga indefinidamente”. El Memorándum establece una
Comisión de la Verdad que debería concluir un informe con base en las
evidencias aportadas por las partes. Su misión no es auscultar pruebas e
impartir justicia, sino manifestar “su visión” y emitir recomendaciones
que “ambas partes tendrán en cuenta”. Para el Gobierno el funcionamiento
de la Comisión no entorpece las tareas, atribuciones y funciones de la
justicia nacional.
Los jueces de la Cámara, cuestionando políticamente la “negociación
alcanzada”, estiman que la Comisión de la Verdad tiene todo tipo de
defectos (atributos, metas, alcance temporal, etc.) y sus recomendaciones
afectan la labor del Ministerio Público y la salvaguarda de los derechos de
las víctimas.
Ambos, el Gobierno según su propósito expresado en 2013, y los jueces de la
Cámara en su decisión de 2014, abogan por el valor de la cooperación
judicial para esclarecer lo sucedido. Sin embargo, no coinciden en la validez
y utilidad de la Comisión para lograrlo. En esencia, Ejecutivo y Cámara
remiten sus argumentos a la eventual efectividad de la Comisión de la Verdad.
Ahora que el caso llega a la Corte Suprema, la deliberación sobre el atentado
mismo y el alcance efectivo del Memorándum se podrían ampliar en profundidad
y mejorar en calidad.
Una audiencia pública sería fundamental. De hecho constituiría la primera
en la que se aborde un asunto vinculado a un acto terrorista y a las
relaciones exteriores del país. La opinión pública y el Estado se verían
beneficiados por un fallo del tribunal: la Corte Suprema ya ha dado muestras
de que sus decisiones ganan en legitimidad y firmeza gracias a aquel mecanismo
público.
Una audiencia sobre la constitucionalidad del Memorándum podría ser una
clara contribución para no dejar en la impunidad este atentado que, en un
sentido más hondo, pone de manifiesto el estado de nuestra democracia.
El centro de la atención sigue siendo las víctimas y el punto primordial
debiera ser el juzgamiento de los ejecutores locales y sus autores
intelectuales del exterior.
http://www.clarin.com/cartas_al_pais/AMIA-puede-hacer-Corte_0_1177082430.html