Atentado/Aniversario. Israel: AMIA homenajeó a rescatistas que viajaron a
colaborar tras ataque terrorista 04.07.2014
Itongadol/AJN.- En el marco de las actividades de la AMIA en Israel por su
120º aniversario, se realizó ayer, jueves, un acto en el Keren Hayesod
para otorgar un reconocimiento a integrantes de la unidad de rescate que
participaron en la remoción de escombros el 18 de julio de 1994
El tesorero y titular del Vaad Hakehilot (Federación de Comunidades Judías
de la República Argentina), Ariel Cohen Sabban, manifestó: “Está en
nuestras manos poder reconocer a aquellos que colaboraron permanentemente
con la remoción de los escombros en el atentado de la AMIA. Recuerdo como
si fuera hoy cuando fue el atentado: fue terrible para la comunidad judía y
para la sociedad argentina entera”.
“Todos conocemos bien lo que pasó en el atentado. Lamentablemente, el 18
de julio de 1994 marcó una diferencia en cómo se vive hoy en la Argentina
porque aquellos que cometieron este terrible atentado aún están libres, aún
se ríen de la comunidad judeoargentina y aún no pagaron el precio que
deberán pagar. Hace pocos meses estuvieron de visita oficial en Bolivia. A
pesar de que las alertas rojas de Interpol estaban encendidas, circularon
libremente y nadie los detuvo”, resaltó Cohen Sabban.
“Hoy estamos acá para rendirles honor a quienes ofrecieron su vida para
ayudar, a quienes trabajaron para ver si todavía había sobrevivientes y a
quienes con responsabilidad hicieron su trabajo en forma callada y volvieron
a Israel”, continuó.
En el acto, que fue conducido por Daniel Alaluf, estuvieron los miembros de
la OLEI José Caro, León Amiras y Mario Leib, representantes del ejército
de Israel, familiares de víctimas del atentado y argentinos que viven en
Israel.
Durante la ceremonia, la entrega de diplomas por parte de la AMIA a los
rescatistas, a las autoridades del Keren Hayesod, a los representantes de
los caídos argentinos y a los miembros de la embajada argentina estuvo a
cargo de su vicepresidente segundo, Pablo Reisman.
En el encuentro se pudieron escuchar emotivas palabras de los rescatistas y
de Eli Cohen, quien fue shelíaj (emisario) de la Agencia Judía en el
momento del atentado y expresó: “Días atrás enterramos aquí, en
Israel, a tres jóvenes: Eyal (Yifrach), Naftali (Fraenkel) y Gil-Ad (Shaer,
secuestrados por terroristas palestinos el 12 de junio). Asesinados a sangre
fría. Durante las últimas dos semanas vimos solidaridad a nivel nacional e
internacional. Vimos cómo todos buscaron justicia y dar con el paradero de
los tres adolescentes. Hace 20 años, en Buenos Aires, cuando explotó la
bomba en la AMIA, vimos la solidaridad de la sociedad israelí y todos los
judíos del mundo y cuál es el significado del compromiso israelí, que
envió equipos del Ejército para buscar sobrevivientes entre los escombros.
Ambos ataques tienen un motivo en común, que es que los objetivos son judíos.
No hay otra razón”.
“Desde hace 20 años, la comunidad judeoargentina, con Memoria Activa,
pidió justicia y dar con los asesinos. La comunidad judeoargentina sufrió
mucho por este ataque. No exagero si digo que este atentado sigue dañando aún
hoy. Espero que la próxima vez nos encontremos en paz y alegría”, agregó.
Uno de los rescatistas, Shai Burstein, expresó: “Me emociona mucho estar
aquí. Me resulta muy difícil creer que pasaron 20 años. Tengo muchos
recuerdos como si fuera hoy porque fue uno de los momentos más difíciles
que me tocó vivir. Todos los invitados de la unidad son gente con la que
serví muchos años en el Ejército. Cuando llegamos y vimos la medida del
desastre decidimos que nadie después del vuelo iba a descansar y empezamos
a trabajar. Tras toda la preparación, el equipo trabajó 18 horas sin parar.
El equipo era muy pequeño para un evento tan grande”.
“No hubieran logrado hacer lo que hicieron sin todos los voluntarios y una
de las cosas que más recuerdo es a la juventud judeoargentina, que trabajó
con mucha energía. Ayudaron todo el tiempo y siempre había más de 100 jóvenes.
Recuerdo a un joven de 16 años que no descansó un minuto: buscaba a su
hermana y sabía que eran mínimas las posibilidades de encontrarla con vida.
Fue finalmente encontrada el último día de trabajo. Recuerdo que el
muchacho ponía énfasis en encontrar a su hermana y enterrarla según la
ley judía. Nuestro rol es salvar vidas; lamentablemente, la posibilidad de
encontrar gente es muy pequeña. Nuestra base de trabajo es que siempre hay
vida en cada escombro. Este principio es lo que nos mantiene”, añadió.
“Recuerdo que llegamos al cuarto piso, donde estaba el Departamento de
Acción Social de la Kehilá; la cantidad de personas que había allí era
muy grande. Una de las noches más difíciles de mi vida por la cantidad de
personas fallecidas que sacamos de los escombros. Fue la primera vez que
trabajé en conjunto con una comunidad judía, nunca antes había estado en
la Argentina, ni había conocido una comunidad como ésa, con una juventud
que hoy ya son adultos y la mayoría sabía hebreo; la gente adulta nos traían
comida y se preocupaban por que fuera casher. Recuerdo a personas que todo
lo que les pedíamos llegaba en una hora. Quiero decir que es una comunidad
cálida. Lamentablemente los conocí en una oportunidad difícil, pero nos
fortaleció. Pese a eso, puedo decir que tuve el honor de ser parte”,
completó un rescatista.
Asimismo, Cohen Sabban continuó su discurso y su pedido de justicia: “En
todas las generaciones hay quienes quisieron destruir al pueblo judío, y en
este caso, el único objetivo de quienes planificaron el peor atentado fue
destruir a la comunidad judeoargentina, destruir a la AMIA, al centro de la
comunidad; un centro que da vida, que asiste a los necesitados. Quiero decir
que la comunidad judía nunca olvidará lo que hicieron los terroristas en
la República Argentina. Nunca olvidará que quienes quisieron generar
oscuridad en la Kehilá del país nos fortalecieron aún más para seguir
trabajando día a día para renovar el edificio destruido, para crecer como
comunidad judía y para mostrar que aquellos que quisieron que desaparezca
la AMIA no lo lograron ni lo lograrán”.
“A los que nos quisieron despojar de lo más sagrado que teníamos, que
era la vida judía y no lo lograron: la AMIA seguirá siendo la casa de
todos, les va a dar la bienvenida a judíos y no judíos, a toda persona de
bien. Medinat (el Estado de) Israel no solo ayuda y colabora con todos los
países que lo necesitan saliendo a colaborar como en muchos casos en que
existen tragedias, sino también albergando a todo aquel que quiera vivir en
ella”, resaltó.
Por su parte, Kaplan afirmó: “Mis recuerdos personales del atentado son vívidos.
Como todo judío en América Latina, me llenó de orgullo la llegada de
estos hombres con el uniforme color oliva, la boina anaranjada y la bandera
de Israel en el brazo. Tuve la oportunidad de conversar con muchos de ellos
hace algunos meses, antes de subirse al avión con destino a Filipinas; iban
a ayudar a indigentes después del tsunami”.
Y añadió: “No solo en Buenos Aires y Filipinas estuvo la unidad de
rescate del Estado de Israel, que fue creada en 1983. Esta gente tiene el mérito
de haber salvado vidas en todas partes del mundo, como por ejemplo en México
y el Líbano, en 1984; Armenia, en 1988; y Kenia, tres veces”.
En tanto, Yoel Embon destacó el programa Jaialim Bodedim (soldados solos)
del Keren Hayesod, que incluye a 700 inmigrantes que viven en Israel sin sus
familias y en soledad “deben enfrentar los desafíos que implica la
transición a la vida civil”.
Por ello, esa entidad, en conjunto con la Agencia Judía para Israel y otras
organizaciones “les proveen asistencia a través de diversos medios,
incluyendo programas, dinero y acompañamiento”, explicó.
El proyecto Jaialim Bodedim nació cuando el Keren Hayesod percibió que
muchos soldados estaban solos en las festividades judías, así como en
Shabat, lo cual ya no pasa porque se les y generaron numerosas familias
extendidas.
El funcionario rindió especial homenaje a Uriel Bar Maimón, un joven
inmigrante argentino asesinado por un terrorista palestino en un puesto
militar en el límite con la Franja de Gaza en 2002, quien se enroló en el
Ejército a pesar de la dura enfermedad que aquejaba a su madre, Ilana,
quien falleció siete meses después.
Luego, Cohen Sabban afirmó: “Quienes sean responsables, que paguen el
precio que deben pagar. Creemos en la Justicia argentina y en los hombres de
bien. Creemos en toda la sociedad que respeta las leyes, y por eso vamos a
seguir trabajando fuertemente en todos los marcos nacionales e
internacionales para que aquellos terroristas estén donde deban estar y eso
sea un ejemplo para la comunidad internacional y que la República Argentina
no sea una vez más un sitio donde puedan seguir colocando bombas y
realizando actos terrorismo. Quiero homenajear a quienes hoy están de
civil, pero en 1994 lucieron el uniforme del Ejército israelí y con mucho
orgullo levantaron la frente y dijeron: ‘estamos aquí presentes para
ayudarlos’”.
Además, participaron representantes de la embajada de Argentina en Israel y
de la Cancillería israelí; el director general de la Agencia Judía para
Israel, Alan Hoffmann; el portavoz del Ejército israelí para América
Latina y Asia, Roni Kaplan; y Max Goldenberg, como responsable de la unidad
de rescatistas.
Entre los rescatistas homenajeados también estuvieron Mir Golan, Najum
Frenkel, Ofer Pomerantz, Eyal Mizraji, Nati Gefen, Nissim Nesi, Ronen Gazit,
Dror Ben Ami y Nurit Lev.
En el marco del homenaje a los soldados argentinos caídos en defensa del
Estado de Israel se mencionó y distinguió a Marcelo y Nora Borger, hermano
y cuñada de Guillermo, ex presidente de la AMIA, cuyo yerno falleció en la
Segunda Guerra del Líbano, tres semanas después de casarse.
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