El Centro Simon Wiesenthal en la XXXVI Asamblea General de la OEA Santo
Domingo
17/6/2006
AJN.- “Venezuela es el principal socio de Irán en la región y ha
defendido el programa nuclear iraní. Argentina fue víctima del terrorismo
internacional en 1992 y 1994, y hay firmes sospechas acerca de la posible
participación de Irán en esos hechos”.
La Asamblea General es un encuentro anual que reúne a los/las cancilleres de
los 34 países miembros. El Centro Simon Wiesenthal, como organización no
gubernamental acreditada ante la OEA, estuvo presente en dicho encuentro.
Sergio Widder (Representante para América Latina del Centro y delegado del
mismo ante la Asamblea General), reclamó a los delegados gubernamentales
presentes en Santo Domingo que la OEA establezca una lista de organizaciones
consideradas como terroristas en las Américas. El Centro solicitó, asimismo,
que Hamas sea catalogado como un grupo terrorista y que se impida el ingreso de
delegados de dicho grupo a los respectivos territorios de los países miembros
de la OEA, en tanto persista en su no reconocimiento del derecho a existir del
Estado de Israel, no abandone las prácticas violentas y no se sume a un proceso
de paz.
Durante un diálogo con el Canciller argentino Jorge Taiana, Widder transmitió
la preocupación del Centro por el apoyo de Argentina a la candidatura de
Venezuela para integrar el Consejo de Seguridad de la ONU. “Venezuela es el
principal socio de Irán en la región y ha defendido el programa nuclear iraní.
Argentina fue víctima del terrorismo internacional en 1992 y 1994, y hay firmes
sospechas acerca de la posible participación de Irán en esos hechos”, señaló
el Centro. Taiana respondió que, pese al apoyo a la candidatura de Venezuela,
“Argentina ha hecho saber a ese país sus reservas acerca de Irán, debido a
su falta de cooperación en las investigaciones de los ataques terroristas en
Buenos Aires”.
Uno de los principales temas abordados en la Asamblea General es la llamada
“brecha digital” entre los países más ricos y los más pobres. Sobre este
asunto, Widder señaló que “las iniciativas dirigidas a facilitar el acceso a
las tecnologías modernas de comunicación deben tener en cuenta medidas para
prevenir el uso de Internet para reclutar jóvenes para grupos terroristas, algo
que nuestro Centro ha denunciado a través de sus informes acerca del odio
digital que se editan anualmente”.
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