En el centenario del Gran Templo de Paso y de la Escuela Integral Hebrea Dr. Herzl Parte II

Además, al ser un colegio integral, se dictaban todas las materias de la enseñanza oficial como en cualquier establecimiento estatal, en tanto los estudios judaicos se desarrollaban en Yidish. Este sistema se mantuvo en la escuela Dr. Herzl durante la mayor parte de su existencia, hasta que en épocas mas recientes se modifico la curricula idiomática al suprimirse el uso del Ydish en la mayoría de las escuelas judeo-argentinas.

La primera sede del T.T.H. estuvo, como ya dijéramos, en la calle Viamonte 1466, se traslado luego a la calle Lavalle 1948 y poco después a Lavalle 1747, donde compartió el inmueble con la "mikve" La cantidad de alumnos era importante si se considera el total de la población judía en Buenos Aires en aquel tiempo. Sobre una comunidad porteña de aproximadamente 10.000 almas, había entre 80 y 100 educandos en ambos turnos.

Durante los dos o tres lustros en que esa institución fue la única escuela judía en la metrópoli argentina, pasaron por sus aulas muchos que luego habrían de ser relevantes personalidades de nuestra colectividad. Su cuerpo docente estaba formado por intelectuales idealista y maestros por vocación que, en muchos casos, se desempeñaban "ad honorem". Tenia su respaldo económico, en la sinagoga que funcionaba en el mismo edificio, y era el punto de convergencia de la necesidades espirituales de los inmigrantes israelitas, que venían imbuidos de un profundo sentimiento religioso. Esta tradición se mantuvo incólume, durante toda la dilatada trayectoria de la institución, que años después incorporo otras escuelas para constituir el Talmud Torah Horishono y Dr. Herzl. El segundo Talmud Torah en Buenos Aires se constituyo en 1906. Dos años antes había fallecido el creador del sionismo político Dt. Teodoro Herzl.

Simon Ostwald, pionero de la industria grafica, editor y hacendado, quien en 1905 donara el lote de Pasteur 633 a la Sociedad Unión Israelita (futura AMIA), pronuncio en la Congregación Israelita de la Republica Argentina una oración fúnebre en su homenaje, y al concretarse la iniciativa de la fundación del segundo Talmud Torah, a instancias de Jacobo Toiberman y de I.L. Itzcovich, se le impuso el nombre del extinto dirigente. En el mismo año de 1906 funda la "Liga Dr. Herzl" bajo la conducción de los activistas Krenonich y Liachovistzky, una tercera escuela al frente de la cual se nombro al veterano maestro Moisés Rubin, cuyo nombre llevaba un establecimiento escolar ubicado en el barrio de Constitución. A partir de entonces comenzaron a abrirse numerosas instituciones educativas a imagen y semejanza del Talmud Tora Horischono y del Dr. Herzl, en todos los barrios porteños y en el Gran Buenos Aires. Entre los mas importantes, de los cuales muchos subsisten hoy transformados en modernos colegios integrales de nivel primario y medio, caben mencionar los de Villa Urquiza, Floresta Norte, Parque Chacabuco, Flores Sud, Ajiezer Hajadasha (actual Centro Hebreo Iona) Boca-Barracas, Avellaneda (actual escuela J. N. Bialik) Caballito Parque de los Patricios (actual Escuela Jerusalén), Dr. Herzl de Floresta Norte, y Bella Vista (actual Escuela Hertzlia). Como dato curioso, se dio el caso de una escuela en Villa Devoto, hoy inexistente, que llego a plagiar el nombre completo, "Talmud Torah Horischono", sin advertir que no podía haber otra "primera" mas que la original.

La proliferación de estas entidades, que con el tiempo configuraron la red escolar judía en Argentina, se hizo posible a partir de la creación en 1911, de los "Cursos Religiosos" bajo la dirección del Gran Rabino de la Congregación Israelita, Dr. Samuel Halphon. Esta organización, luego liderada por Iedidia Efron, contribuía al mantenimiento de las escuelas, y cumplía funciones análogas a las de un Consejo de educación. En 1913, apenas dos años después de su instalación, los "Cursos Religiosos" otorgaban subsidios a mas de 20 escuelas de la Capital Federal.

Sin embargo ninguna de las instituciones surgidas con posterioridad pido disputar el liderazgo de las dos primeras, cuyo prestigio continuo en ascenso hasta el punto de competir entre si por la calidad de la educación que se brindaba a los alumnos. En cierto periodo el mayor caudal del alumnado se volcaba a una de las entidades, mientras en otros se veía favorecida su ocasional contraria. El Talmud Torah Dr. Herzl ya se había fusionado con la escuela de la liga homónima, y por fin en 1927 ambas instituciones se unieron para formar la Asociación Israelita de Beneficencia y Culto bajo la presidencia de Boris Rotblat. Unos años después se había iniciado el proyecto para la construcción del Gran Templo en la calle Paso, cuyas obras se extendieron entre 1924 y 1929; en el subsuelo del nuevo edificio se instalo la flamante Talmud Torah Horischono y Dr. Herzl.

La década de 1920 fue una de las mas importantes en la vida del templo y de la escuela. En Febrero de 1923 asumió la dirección religiosa del templo el Rabino David Isaac Maler, llegado de Rusia un año antes.

Ocupo el cargo durante 26 años consecutivos, hasta su deceso el 26 de Julio de 1949, a la edad de 68 años. Fue un guía espiritual por excelencia y el segundo en tiempo de permanencia en su ministerio, superado solamente por el Rabino de la Congregación Israelita Dr. Guillermo Schlesinger, quien desempeñó esa función durante 34 años (1937-1971). Fundo y organizo el Rabinato de la AMIA, y lo presidio hasta su fallecimiento. Le sucedió en el cargo el rabino Amra Blum, quien desde 1953 también fue rabino jefe de la AMIA.

El año 1927 marcó un hito en la historia de la institución. Además de la fusión de la Talmud Torah . Harischona con el Talmud Torah Dr. Herzl, se inauguro la primera etapa de las obras de la sinagoga con la asistencia del Presidente de la Nación Dr. Marcelo T. de Alvear; en los diarios de la época aparecieron fotos del mandatario con el Rabino Maler y el Presidente Boris Rotblat. La inauguración definitiva del templo tuvo lugar en 1929 y vale la pena recordar que tanto esta obra como la construcción del nuevo edificio del Instituto Dr. Herzl en la calle Tucumán, habilitado en 1955, se realizaron gracias a los generosos aportes de donantes particulares de la colectividad, y en ambos casos un mismo filántropo fue el mayor contribuyente a esas campanas: Don Boris Garfunkel, nacido en Rusia en 1866, llegado al país como colono de la J.C.A. en 1891 y, a la par de su creciente desarrollo industrial, activo colaborador de cuanta entidad benéfica existió en el país. Falleció en 1959 a los 93 años, la misma edad que alcanzo el veterano presidente del templo y la escuela, Don Moisés Kaplan, de quien hablaremos luego mas extensamente.

Avanzamos un par de décadas y nos encontramos en 1945. La Congregación Israelita establece el 24 de Mayo el Instituto Superior de Estudios Religiosos Judaicos (Majon Lelimudei Haiahadut) bajo la dirección del Rabino Dr. Jacob Fink, futuro Rabino Jefe de la AMIA entre 1960 y 1966.

Esta institución educativa fue una de las mas importantes que tuvo la Argentina para la formación de docentes para enseñanza primaria y media, de sus aulas egresaron alumnos de los mas brillantes intelectuales judeo-argentinos, como Heriberto Haber, Shalom Rosenberg y Jaime Barylko. Desde 1955 hasta 1970 fue su director el profesor Moisés Klein, cuyo alejamiento coincidió con la unificación de este instituto con el Colegio Secundario Natan Gesang, adoptando le nombre de Majon Lelimudei Hilel, bajo la dirección del Rabino Profesor Menajem Gordon. El Majon reviste gran importancia en la trayectoria de la Escuela Dr. Herzl, ya que el 14 de Junio de 1954, ambas entidades firman un convenio para construir conjuntamente un nuevo edificio escolar, que les permitiera desarrollar sus actividades cómodamente, fuera del ámbito de sus respectivas sinagogas. Esta obra, concretada bajo la presidencia de Moisés Kaplan en el Templo de Paso y Max Mazar Barnett en el de Libertad, se inauguro un año después y con sus tres plantas fue un modelo de arquitectura edilicia escolar en aquella época; aun hoy lo es. Al tiempo de su habilitación funcionaban en la escuela integral dos secciones de jardín de infantes y seis grados de primaria, además de la totalidad del ciclo primario judaico con comedor para los alumnos que asistían a ambos turnos. Parte del primero y segundo piso estaban ocupados por el Majon, condómino en la propiedad del inmueble.

Aquí corresponde tributar un justo homenaje al hombre que fue el nervio motor de esta gigantesco logro para la educación judeo-argentina: Don Moises Kaplan (1880-1973). Llego de Grodno a los 15 años para colonizar las tierras del Barón Hirsch en Entre Ríos, donde habría de reunirse al año siguiente con su hermano Isaac (1879-1976) Luego de varias décadas de sacrificio en trabajos rurales, ambos se radicaron en Buenos Aires, donde Moisés se destaco como dirigente comunitario en el AMIA, Hospital Israelita y Hogar y Huérfanos, pero sobre todo trabajo incansablemente al frente de la Escuela y Templo Talmud Torah Dr. Herzl, cuta presidencia desempeñó durante mas de veinte años. Solo la muerte en Junio de 1973, a la provecta edad de 93 años, puso fin a su constante quehacer e ininterrumpida brega por el bienestar de "sus" instituciones, con un dinamismo que muchos jóvenes envidiarían. Su hermano Isaac fue también un patriarca de la comunidad, fundador del Cooperativismo Agrario junto a Miguel Sajaroff, ocupo cargos directivos en el movimiento sionista y en el Keren Kayemeth Leisrael, y publico libros en Idish, castellano y hebreo.

La apertura del nuevo edificio de la Escuela en Agosto de 1955, fue un acontecimiento memorable en la historia de la educación judeo-argentina. Desde un principio las autoridades de la institución procuraron que la calidad y el nivel de enseñanza estuvieran a la par de la jerarquía del establecimiento, justificando el enorme esfuerzo realizado para su puesta en marcha. Don Moisés Kaplan se aboco a la tarea de convocar a los mejores docentes con que se contaba en aquella época, para formar el plantel de personal directivo y de maestros para la nueva escuela. Paralelamente, el prestigio de la institución hacia que los docentes con voluntad de progresar consideraran un privilegio integrar sus cuadros, y así se incorporaron profesionales de la educación de reconocida trayectoria; algunos con la formación tradicional de la antigua escuela europea, y otros, graduados en el país en épocas mas recientes, pero en todos los casos de notoria capacidad y probada experiencia en el área pedagógica.